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lunes, 25 de junio de 2012

Camuflada entre rosas marchitas.




Era improbable que encontrara algo entre tanta basura, entre despercidios de sentimientos que alguna vez fueron saludables. 
Daba repulsión el aspecto enquistado que habían conseguido a base de poner en venta el cuerpo y el alma. Y esos eran los más dignos, los demás los regalaban como una propaganda desechable.
Miraba y seguía observando una sociedad carente de valores. Los "te quiero" eran saludos cada vez más frecuentes; los "te amo" despedidas sin mucho interés. 
Y ella, camuflada entre rosas marchitas, seguía esperando escuchar de la boca de algún viandante sincero algo de verdad.
Seguía, después de todo, teniendo esperanza. Esperanza, tal vez, en que los cuentos no se quedaran en papel, ni las películas en pantallas. Que el tiempo al fin y al cabo sirviese de algo después de la espera.
Nada de príncipes azules, de héroes con bonita armadura, o de poetas con buena métrica.
Una persona, -que gente ya tuvo mucha- con la que no tener miedo. Con la que las máscaras no sirvieran; ni la de ser fuerte cuando no se puede, ni la del maquillaje cuando has llorado. Con la que en un abrazo se hiciera una emoción y no una simple acción. Con la que los silencios se llenaran de besos y las noches de sexo -claro, el amor se haría cada día-. 
Hacer una vida juntos y que nunca contara como una mala inversión.
Ya sabía que criar ilusiones en esa época, saldría más caro que una apuesta del todo o nada. Pero se negaba a exterminar la última gota de confianza en.. el mundo, en el amor. Iba a doler -con seguridad-.., iba a hacerle daño estar agarrada a un deseo tan bello y efímero como una estrella fugaz. Pero sabía del sufrimiento, era asidua de su enseñanza. No le temía. 
Acogida a la comodidad de su soledad, aquella flor entre flores,  caviló por una vez en mucho tiempo que ya era hora de pensar menos y actuar más. Respirar hondo, olvidar, y -al fin- abrir cerrojos de puertas abandonadas. 
..ya era tiempo de cambios, de ilusiones.. 
de arriesgarse.., de ¿por qué no? equivocarse.., 
de enamorarse.

4 comentarios:

  1. Sencillamente magnífico.
    Aquella flor entre flores...
    Un beso, S<3

    M.

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  2. "Muchos de los mejores momentos de nuestra vida son errores" Enamorarse es uno de ellos, te equivocas, te caes y te pisan, pero cuando estás en la cima, es de lo más confortante. Un blog estupendo, podrías pasarte por el mío? http://untoquedulcealavida.blogspot.com.es/ :)

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  3. La verdad es que sencillamente real, veo esas flores muy a menudo, sobre todo ahora que el sexo se ha vuelto tan fácil y el amor tan difícil. Gracias, corazón :)
    Efectivamente, los errores si sabes como sacar su lado bueno, te pueden dar tus mejores momentos. Ahí está el enamoramiento para demostrarlo. Aunque en mi caso pese a todo, no los tomo como errores. Un besazo, y ahora mismo me paso por tu blog ^^

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  4. BUff, Muchisimas gracias por este regalo que nos haces, esa sinceridad con la que redactas cada frase, los argumentos de experiencia personal, por publicaciones como esta tienes un fiel seguidor.

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