expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

martes, 6 de marzo de 2012

Valiosa reliquia de mi imprudencia.




Impulsos repentinos, esos inexplicables, que realzan nuestra más pura naturaleza. Por ellos me guío, me sitúo, me dejo llevar. Me suelen indicar los parámetros fuertes de los extremos, de los deseos ocultos. La letra pequeña de la moral humana, las leyes del instinto primario. Censurable en boca de dominados, pretensión en labios de dominantes. Suelta a la bestia, a aquella ferocidad escondida en un buen envoltorio. Me libera, me traiciona en ocasiones, y en otras acentúa el premio de haberme lanzado. Alienta para los cambios más drásticos, para los puntos más exóticos. Me espera en una noche loca, en un rojo intenso para el cabello, en una carcajada en el momento menos oportuno. Proyecta su empuje con riesgo siempre de despeñarse. Te incita a los ritos clandestinos, a retar las prohibiciones, las contraindicaciones. Me pierde en sus manos llenas de perversión, de elecciones arriesgadas. 
Gustosa me lanzo en picado cuando me llama en susurros, cuando palpita con corazonadas. Arranco sin problemas, sin lastres, sin ataduras.. y que sea lo que tenga que ser. Me paga bajo cuerda, en negro, dependiendo del azar.Las equivocaciones están siempre al cincuenta por ciento, la otra mitad, repleta de seducción. Marea el vértigo de sus apuestas, de las que deja en mi poder. Sabe que caigo, que siempre respondo a sus incitaciones. El guiño de un desconocido, un baño en una playa desnuda, una cama sucumbida al poder de dos trastornados. No conoce limites, yo tampoco. Me hace los coros en los gritos de guerra, en la revolución de mi paz. Te hace escoger, elegir entre todos los pecados. 
Los impulsos que quitan la piel de la vergüenza, que hacen sudar tus complejos. Esos llevados por la barbarie, por lo absurdo. La enajenación de un mundo interno reclutado entre miles de prejuicios. Valiosa reliquia de mi imprudencia, de mi paranoia. Nadie lo sabe, nadie conoce nuestros secretos, nuestras confesiones. Un salto de dos, el sabor caliente de la intuición.
Deliciosa, deliciosa locura.. ya eres mía, ya soy tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario