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domingo, 8 de julio de 2012

Aquel incendio que acabó en siniestro.


Desperté de un orgasmo de dos años. TAN mal simulado, TAN fingido, TAN falso, como tu expresión de sacrificado. Sudada de tormentas y lluvias ácidas, con tu aguijón todavía clavado ahí donde más irrita; donde más incita a revolver las cenizas. Ahí donde más disfruta el veneno de sus desastres; de sus embestidas sin desgaste. Sigue el camino de venas taponadas con océanos bravos, con la más negra nube de un cielo astillado. Nube(s) que cancelan su buena cara y abren tormentas de mil y una noches. Me desarma mirarlas y avistar en cada una tu pose más seductora, más destructora. Siempre más, el más de tu carcoma. Que me roba los hilos de un telar hecho con paranoias. Los oídos me explotan, el rugido de ¡eres mía! no hablaba en broma. Me dí, me dí entera, me dí toda. Mientras me empotraba en la pared de la nula compostura, le prometí pocos desiertos y muchas dunas. Dunas donde su deseo siempre era verme desnuda. Pieles rozándose hasta perforarse, hasta untarse de arranques hechos con fantasías sexuales. Me ponía sólo mirarte ¡qué desastre! Yo empeñada en comer la manzana que no podía ni tocarse. ¡Pecado! Decían los cristianos, pero lo nuestro era sano; el único inconveniente era la pulcritud de la gente. Nos rozábamos como posesos, como obsesos de lo obsceno. Olvidando que la calle no era sitio para nuestros proyectos. ¡Cuántas veces nos tacharon de incorrectos! Como si fuera un delito dejarse llevar por el instinto.
Y eso no fue lo peor, estaba previsto que lo nuestro era distinto. La lujuria sólo incrementó ardor al incendio, a ese que acabó en siniestro. Pero me comprometo a decir que pese a ello, todavía noto tu lengua por mi cuello. Retorciendo tus dedos en mis cabellos, mientras mi cuerpo se amoldaba a tus contornos eternos. Nadie pensó, que yo sentía mucho más que aquél momento, que no era un cúmulo de mal disimulo; que era amor, ¡amor en estado puro! Amor que nos envolvió en un largo orgasmo de dos años. TAN dejado, TAN descuidado, TAN olvidado; que se acabó perdiendo en la brisa de un despertar convulsionado.

5 comentarios:

  1. Joder, lo relatas con palabras tan certeras que es imposible negar el paso a las imágenes.
    Genial, genial, ¡muy bueno!
    Me encanta leerte :3
    Un beso Susanne.

    M.

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  2. BUF! Increible.. que pasada de texto, sigue asi.. Te veo por mi blog? :)

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  3. Muchísimas gracias a tod@s :) M., a eso es a lo que aspiro, a que sean más que palabras. Que se puedan teletransportar a ese momento. Gracias, cielo, a mí también me encanta leerte ^^ Un besazo.

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  4. logras hacer sentir el mensaje, hay mucha pasión en medio de todo ese lenguaje...m encanta thu blog :)

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