Rescata lo que siempre fue tuyo.

Me siento rodeada por un océano negro, lleno de oscuras dudas, de siniestras salidas carentes de sentimientos.No sé si esta pesadilla ha sido elección o simplemente no tenía alternativa posible.De una u otra forma, mi alma fue ejecutada, o quizá enterrada en lo más hondo del abismo.Me duele el espacio que ha dejado, me escuece el nombre de alguien que antes estuvo tallado en la zona más sensible.Dilemas eternos de amor carcelario me acorralan, me atormentan como si el peso del mundo cayera sobre mis hombros.
Yo renuncié, yo abandoné la decisión de una condena a largo plazo.Fue lo mejor,¿Lo fue? ¿De veras esta sentencia de melancolía inarticulada es preferible a un dolor constante? ¿Qué me hice? ¿Qué nos hice? Tal vez yo maté lo poco que quedaba de ternura estancada, de pasión en bocas calladas.Es probable que mi odio a tu persona solo sea la culpa que no me deja vivir.Pero si es eso, si mi mala consciencia es el problema, ¿Qué paso con tu lucha? ¿Qué fue de no abandonar jamás la batalla hasta que muriéramos los dos en el mismo bando? Si te amo más en la distancia, si me lo ves en los ojos desbordantes de húmedas suplicas, ¿Por qué no regresas? ¿Por qué no abandonas la posición de amigo errante y rompes mi orgullo?
Cállame cuando te quiera gritar que no te necesito, que no anhelo tus besos,¡No me creas! ¡Nunca salió de mi boca tantos engaños! No me preguntes por qué lo hago, no me pidas explicaciones, me defiendo del sufrimiento con mentiras.Con blasfemias disfrazadas, escondiendo lo más tierno del primer amor.
Mi duelo se hace insoportable, agónico.Ataco al pasado con resquicios de futuro maltrecho, pero el resultado es siempre dolor.Necesito algo más que labios nuevos, algo más que dulces palabras, no me sirven otras manos, no me sirve otra mirada.
Tuyo, todo lo que imploro es tuyo.Todo, todo lo obtengo es nada.
No alargues este purgatorio de mi corazón lleno de pena.
Ven mi amor, y rescata lo que siempre fue tuyo.