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sábado, 3 de diciembre de 2011

Laberintos emocionales.



No sé a quién van dirigidas mis palabras,no sé,si como siempre,vuelvo a escribirte a ti.Si me dejara, por un momento, guiar por lo primitivo, por lo salvaje,diría que alguien (tal vez tú) me trastorna.Como el animal carnívoro cuando huele la sangre fresca,en este caso,sin embargo,no sabría decirte quién es el depredador y quién la presa.Me lleva el sinsetido de lo que ocupa mi interior, el caos que dormita mis noches.Querría decir que me queda poco para volver a retomar algo de lo que en su día fui,pero no puedo (o no quiero) mentir sobre un papel.Todo,absolutamente todo se reduce a la misma misera acción,al mismo conjunto de laberintos emocionales.El aire que me envuelve -antes una leve brisa-,se ha convertido en viento huracanado.Ni siquiera sé como,de que forma,el mundo cambió su rumbo.Y ahora que todo es nada,que el silencio atruena y que la oscuridad me reclama, solo me quedan las palabras como último antídoto.

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