Aferrada al anclaje de sus labios,a la exigencia de sus besos,callé a mi mente con un sordo silencio..Un resquicio de razón me intentó decir con ironía que el sentido común en mí ya no tenía vida.Acogida a las caricias de un extraño,buscando tu calor en otras manos.Y mientras en mi interior dos partes se debatían,una decía;" Esta no soy yo.." y la otra," Claro que no,él te mato en vida".Como un canal fuera de frecuencia,mi corazón se hallaba en huelga.Callado,solitario,ya no tenía respuestas.Brillaba por su ausencia..
Con mi última lágrima también se fue su sed,la de venganza,la de tristeza,la de amor,la de fe.Mientras él no tenía más palabra que su silencio,se impuso la ley de mi mente y mi cuerpo.De esa forma no había heridas,ni sentimientos,ni ira.Me dejaba llevar por la primitiva necesidad.Pero igual no encontraba en esa boca la respuesta que buscaba,el relámpago de locura,el brillo en la mirada.Él no era tú,pero ¿Qué más daba? Yo ya no era la misma,ella murió,ya no estaba.
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