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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Papá.




Años después el vacío sigue intacto,
el que tú dejaste al cerrar los párpados.
Cuatro años sin ti,cuatro años del día que te vi morir.
No hubo despedida,en tu cuerpo ya no había vida.
Tus manos ya no podían arroparme,
tu sonrisa se fue para no esperarme.
Mi héroe sin armadura,fiel a su lucha.
Para ti ya no hubo un mañana,
tu último latido se lo llevo la madrugada.
Te quise,te quiero y te querré,
más allá del tiempo y la fe.
Como niña te vi partir,
marchándote lejos,muy lejos de mí.
Como mujer hoy te escribo,
afirmando que no te olvido.
Me quedé con tu recuerdo,
y deseché lo no tan bueno.
Hoy ya no hay dolor,
no quema la herida de tu partida.
Pero queda el escozor,
de no tenerte en mi vida.
Ya no hay charlas,ni consejos,
nada de caricias y largos paseos.
Me conformo con tu fotografía,
con los besos que no me diste,
y con tu sonrisa.
Eterno en mi memoria,
grabado a fuego en mi alma,
medio corazón se quedo en aquella cama.
Ya perdoné tus errores,
no hay rencor,ni el antiguo sabor agridulce.
Perdóname también a mí,
jamás te quise herir.
Sé feliz donde quiera que estés,
no te preocupes,estaré bien.

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