expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

viernes, 11 de noviembre de 2011

Espiral de autodestrucción.



Respiro profundamente y cuento hasta diez.Mis oídos se llenan con el sonido de la lluvia,a juego con mis ojos repletos de lágrimas.Me siento mal, muy mal; quizá la palabra exacta es derrotada.
El corazón marca un ritmo constante,la gente grita en la calle,los coches viajan por las mismas carreteras de siempre.Y sin embargo hubiese podido jurar que el tiempo y con ello el mundo se había parado en el mismo momento que te fuiste.No,ya pasaron los momentos de sufrimiento por tu huida,hoy me duele tu presencia.Es bastante irónico,lo sé,pero todo tiene una explicación.Cuando no estabas,cuando tu ausencia me corroía,era fácil mentirme con el hecho de que eras feliz y por consiguiente yo podría serlo algún día también.Vivía en mi propio espacio-tiempo en el que inventaba tu regreso con alguna explicación fantástica y nuestra reconciliación final.Sin embargo,ahora que estás aquí,todo se ha venido abajo,ya no hay más mentiras,sino la cruel y fría realidad.No hay cuentos donde refugiarme,tu regreso a traído consigo una oleada de sentimientos contradictorios.Esto ya no es ficción,aquí no entra mi imaginación ni mis sueños,esta es la pura y dura situación a la que estamos expuestos.Quizá ya sabía que esto era lo que podía pasar,y me aferré a una fantasía.Tú no eres un héroe,ni has regresado de una victoriosa lucha,yo tampoco soy una princesa,pero de algún modo he despertado de un largo letargo.Ahora toca hacer frente a las consecuencias,hacer el inventario de daños y tomar decisiones.
Llegados a esté punto es donde yo no puedo seguir,me quedo estancada en un ir y venir de miedos.Y tú..Me dices que me amas,me repites que admites tu culpa, tu cobardía.Y mi poca determinación se quiebra en mil pedazos.¿Dónde está ahora la fuerza de voluntad? ¿Serás tú mi punto débil? Parece ser que mi locura se acrecienta al poco o mucho roce contigo,y todo lo vivido se convierte en una espiral de autodestrucción.
Evidentemente esto no nos hace bien a ninguno,¿Por qué seguimos dejándonos la piel en un imposible? ¿Qué tiene este dolor que sabe dulce? La respuesta que ambos sabemos,el amor que flota en el aire,se estanca en las heridas. Y como ocho de cada siete días a la semana, mi alma da un brinco al pensar en tu nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario