expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

martes, 1 de noviembre de 2011

Tu recuerdo.



Lloré.Encima de mi cama,en pijama,alrededor de un puñado de hojas escritas y de libros a medio leer.Lloré de impotencia,de tristeza,de añoranza,de soledad.Lloré por todo y también por nada.Lloré por tu ausencia y por mis flaquezas.Derramé lágrimas por terror,por esa congoja a haber olvidado tu cara y tus pequeños detalles,esos que te hacían diferente.Intentando por todos los medios rescatar tu olor,tu tacto y todo lo que de ti formaba parte.Cada instante a tu lado,cada segundo que gastaba en grabar en mi retina el color de tus ojos,la suavidad de tus manos,el calor de tus abrazos,la pasión de tus besos..
Y dejé de llorar.
Tal vez porque al derribar el muro que construí para olvidarte,también entraron en mi mente todos los momentos de amargura,de desprecio,de desilusión,de incomprensión.Y toda mi pena se fue igual que llegó; de improviso,y dejándome totalmente fuera de lugar.Me hizo bien comprender que aunque afirmara rotundamente que ya estabas fuera de mi vida,mentía.Aceptar que tu entrada y salida de mi corazón fue un Tsunami que todavía hoy sigue devastando todo su paso.Y sobre todo comprender que aunque no te olvide y tu recuerdo siga latente,mi vida continuará sin anclajes que la detengan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario